domingo, enero 21, 2007

Pulso, latido...

Es extraña la sensación de estar conciente, de poder percibir como cada segundo mata el ya pasado, en un sistematizado ritmo de armonías exquisitas, distintas, al unísono de los latidos, y la respiración, y la compañía, y esa temperatura creada por una fusión extraña también…

Me impresiona sentirlo, saberlo, estar conciente… ver que es tal la conexión aquella, sin nombre, sin siquiera un lugar físico en el espacio, solo una energía rodeando el instante de estar cerca, de sentirse, de olerse…así

Leer, escuchar, comprender. Sin palabras. Sin siquiera mirarse…y ese sentido convaleciente es capaz de mucho más, no necesita estar en su plenitud para expresar, aun siendo débil refleja más que la misma lógica de las palabras, paganas, que estorban por no poder reflejar acertadamente lo ingenuo de permitirse estar…

Ser, estar, detenerse…respirar, lento, rápido…